La desescalada trazada por el Gobierno para reactivar la economía tras la pandemia del coronavirus se ha convertido en un camino de obstáculos para el comercio. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó una disposición adicional el pasado sábado que establece que estos establecimientos no solo tendrán que controlar el aforo, sino que no podrán realizar «acciones comerciales» para evitar aglomeraciones. La «restricción», sin embargo, no afectará a las ventas «que se realicen a través de la página web» de estas empresas. Es decir, sí podrá haber rebajas en las plataformas de internet, pero estos descuentos no se trasladarán a la tienda física.
La medida ha encendido al sector, que ya ha vaticinado que este año perderá 25.000 millones y miles de empleos por la crisis sanitaria desatada por el coronavirus. El comercio veía en las rebajas una oportunidad perfecta para dar salida al «stock» que han aculumado durante los dos meses que han estado cerrados por el estado de alarma. Así podrían ganar liquidez para poder afrontar el resto de la crisis. De hecho, grandes marcas de la industria textil ya han intentado incentivar el consumo durante el confinamiento promoviendo ofertas en sus páginas web.
Así, la Asociación Nacional de Grandes Superficies (Anged), que engloba a empresas como El Corte Inglés, Tendam, Media Markt o Ikea, aseguró que las restricciones «carecen de sentido» porque los centros comerciales ya cumplen todas las «garantías de seguridad» y deberán contar con unas normas muy estrictas de aforo cuando recuperen su actividad previsiblemente en la fase 2 de la desescalada. La patronal del texti, Acotex, sería «contradictorio» conjugar la Confederación Española de Comercio (CEC), que también consideró «especialmente sangrante» la decisión de mantener las rebajas en plataformas digitales.
Fuente: ABC