JBL ha sido la peor experiencia de compra que he tenido. Compré unos audífonos nuevos y nunca prendieron. Ni siquiera cargaban. Pensé que era un caso aislado, así que pedí el cambio.
El segundo par… igual. Muertos de fábrica.
El tercero… lo mismo.
Tres cajas nuevas, tres audífonos completamente inservibles. Esto no es mala suerte, es un problema de fábrica descarado. Y lo peor es que, después del tercer intento, JBL simplemente dejó de responderme. Me negaron más cambios, me ignoraron por completo y me dejaron con un producto basura.
JBL no solo vende equipos defectuosos, sino que su servicio al cliente es un chiste. No compren esta porquería de marca. No tiren su dinero en algo que ni siquiera enciende y que la propia empresa se niega a reconocer como fallo.
Pésima calidad. Pésima atención. Pésima marca.